Jesús dijo a la gente: «¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga».
Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará».
«Dentro de ti» © Con la autorización de Confia2 y Juan Susarte
«Dry Fig Trees» © Usado bajo licencia no comercial Creative Commons
Creceré en esta tierra
donde me has plantado,
con raíces fuertes
para no ser un juguete
del huracán
que ya forma sus argollas
en los mares del tormento,
con raíces que crezcan
hacia el agua de la vida
en la oscuridad sin mapas
con la lámpara en el pecho
del deseo que ilumina,
con raíces que envíen
hacia las hojas y los frutos
la vida que succionan
regalada gota a gota
del misterio de la noche.
(Benjamín González Buelta, sj)